¿Qué distancia recorren los alces en un día?

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Se dice que un alce se desplaza unos ocho kilómetros de su hábitat primario por muchas razones, la mayoría desconocidas para el hombre. Este desplazamiento no se limita ni al día ni a la noche; sin embargo, su vagabundeo a la luz del día es algo más cauteloso. El hallazgo de la distancia que recorren los alces en un día se debe a un puñado de investigadores que combinaron sus resultados y llegaron a una cifra conocida.

Dependiendo de la región del hábitat y de las características climáticas, la distancia que cada uno recorre en un día es incoherente. La razón principal es que cada zona tiene sus elementos únicos que influyen en el comportamiento general. Por lo general, siempre regresan a su hábitat tras sus paseos diarios.

Cómo saber hasta dónde viajan los alces

Cámaras

Sin duda, el impacto que los avances tecnológicos modernos han tenido en nuestras actividades cinegéticas cotidianas es enorme. Investigadores y cazadores dedicados tienen la libertad de colocar cámaras de calidad en puntos estratégicos de la naturaleza. Estos equipos funcionan entonces a tiempo completo, grabando cada centímetro de acción en su radio de acción. Sus propietarios lo recogen finalmente tras un intervalo acordado, grabando y analizando sus hallazgos.

En las causas relacionadas con los alces, las cámaras se colocarán en zonas con alta probabilidad de estar pobladas por alces, lo que permitirá una mayor observación de dicha especie. Cuando el cazador no se encuentre en la zona durante la noche y el día, la cámara seguirá realizando un seguimiento de todas las actividades concurrentes. Al haber más de una de las piezas, la actividad de la manada fluirá de un ángulo a otro de una cámara posterior.

Puede que no sea el mejor método para recoger sus grabaciones, ya que es susceptible a las condiciones climáticas. Teniendo en cuenta dónde habitan los alces, la niebla y las fuertes lluvias pueden afectar a la calidad de sus imágenes. Además, los alces tienen un olfato intenso y pueden detectar el olor humano en la distancia; por lo tanto, si su cámara desprende olor humano, sus posibilidades de ser destruida o evitada son altas, lo que resulta en hallazgos menos viables.

Radio collares

Otro elemento que nos ha traído la tecnología son los collares de radio. Estos collares pueden ser internos o externos, pero los primeros son los más comunes por ser más baratos y fáciles de instalar. Funcionan a distancia, registrando casi todo, incluida su temperatura, latidos del corazón y otros aspectos.

La colocación de este equipo requiere conocimientos basados en las agrupaciones de alces, ya que sólo se coloca en uno de los miembros de una manada respectiva. La mayoría de las veces, los investigadores optan por el más robusto, ya que su capacidad de supervivencia es superior a la de la mayoría. Una vez colocado, se realizan grabaciones diarias de los resultados recogidos.

No sólo nos indican la distancia que ha recorrido el alce, sino también en qué dirección y a qué velocidad. Los alces no son conocidos por precipitarse; se toman su tiempo mientras escalan las montañas descuidadas alimentándose de rastrojos. Sin embargo, esto cambia si escapa de un depredador o de cualquier forma de peligro, ya que adopta altas velocidades para salvar la vida.

Observación de sus restos

Dado que los alces habitan en distintas zonas, es habitual que presenten características distintivas influidas por su hábitat. El color y el grosor son el método más común de diferenciación; los que viven en zonas más frías tienen pelajes más gruesos y oscuros. Esto nos lleva a nuestro subtema, al observar el cadáver de un alce, se puede saber su hábitat.

Si el animal no es de los alrededores de su localidad, encontrar su procedencia será un gran paso. Se sabe que algunos alces cruzan fronteras durante la migración, lo que significa que la distancia recorrida por día es enorme. La muerte en medio del viaje es de esperar, y la manada no tiene más remedio que abandonarlo a los carroñeros.

¿Por qué viajan los alces?

Alimentos y agua

Como cualquier otro organismo vivo, los alces dan prioridad a la comida y al agua. Con estos paseos diarios, se toman su tiempo para alimentarse y visitan el punto de agua al menos dos veces al día. El punto de agua es uno de los viajes más peligrosos, ya que los depredadores y cazadores suelen acampar cerca. Teniendo esto en cuenta, van a los puntos de agua al amanecer o al atardecer.

Un porcentaje importante del día se dedica a alimentarse y pasear, mientras que el otro se emplea en descansar. Es correcto suponer que ocupa grandes cantidades de vegetación antes de saciarse, teniendo en cuenta la complexión maciza y robusta de los alces.

Supervivencia

Además, los alces viajan para asegurarse de que su esperanza de vida no se vea truncada por ningún aspecto. Entre los casos que ponen en peligro su vida en la naturaleza se encuentran las matanzas de depredadores, las enfermedades o las catástrofes naturales. Para la especie puede ser mejor trasladarse a un lugar más seguro que perecer en su hábitat actual. La cobertura de alimentos y la capacidad de agua también pueden ser críticamente bajas para mantener a toda la manada, por lo que se traslada.

Migración

La migración es habitual en casi todos los animales salvajes, ya que se desplazan a mejores hábitats durante un cierto periodo a larga distancia. Depende principalmente de las estaciones climáticas, a través de las cuales se configura la comprensión de los animales. El invierno es cuando el tiempo es duro e intolerable, de ahí que el alce se desplace a terrenos más elevados en busca de mejor cobertura y alimento.

Es en esta época cuando se desplazan más lejos y pueden recorrer hasta 80 kilómetros al día.

Apareamiento

Dado que los alces viven en rebaños monosexuales, las hembras y los machos no están en contacto. Con esta formación, ambos sexos tendrán que buscarse durante la época de celo para copular. El uso de gruñidos y bramidos resulta práctico, y los toros siempre encuentran varias vacas con las que aparearse antes del final de la temporada.

Conclusión

Cinco millas puede no parecer una gran distancia en comparación con el tamaño corporal de un alce; sin embargo, es la media. Como es de esperar, la distancia no es constante, ya que algunos recorren distancias mayores que otros, dependiendo de su ubicación. Durante la próxima temporada de caza, si usted es un entusiasta de los alces, observe atentamente sus patrones de movimiento.

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