¿Tienen cornamenta las alces hembras?

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Idealmente, En la familia de los alces, sólo los machos tienen astas completamente desarrolladas, que desempeñan un papel esencial en la longevidad de los machos. Alces hembras, también llamadas vacas, en cambio, no pueden afirmar que les crezca cornamenta. Sin embargo, en algunos individuos se dan casos excepcionales de espigas cortas y deformes que brotan en el cráneo de la vaca. Estas pequeñas protuberancias en forma de mini astas son muy raras de encontrar y siempre están encerradas bajo el terciopelo.

Los nombres utilizados para referirse a la cornamenta de las vacas son como minipediculos y eo-antelos y evolucionan a partir de biólogos e investigadores de renombre. No todas las vacas llegan a tener esta característica sobresaliente, y en la mayoría de los casos sólo los individuos cuyos ciclos ováricos afectan a los niveles de andrógenos de las vacas más viejas. Ellas permanecen ocultos en el terciopelo y, una vez expuestos, duran sólo unas semanas antes de desprenderse.

Las pocas vacas que tienen la suerte o la desgracia de desarrollar este conjunto de astas son más prominentes en tamaño y producción. Lo más probable es que un cazador confunda a la vaca completamente madura con un toro, ya que su tamaño y la formación de su cuerpo son muy parecidos, sin la enorme cornamenta. La posición de los eo-antler convenció a los investigadores de que se trata de protuberancias de cornamenta, ya que aparecen exactamente donde las de los machos.

¿Puede una hembra de alce tener cuernos?

En general, una vaca no puede formar y hacer crecer cuernos. Sin embargo, con el tiempo aumentan los informes de vacas que poseen cornamenta, y los investigadores creen que a las hembras de alce les puede crecer parcialmente. En otras palabras, algunos individuos femeninos de esta especie sí tienen cornamenta.

Una hembra de alce que tiene el potencial de crecimiento de la cornamenta se ve a una edad muy temprana. Tras las primeras semanas de su primer paso, la encontrará compitiendo con sus congéneres por la comida y el agua, ganando la mayoría de las veces los encuentros. Pronto aparecerán signos de crecimiento de la cornamenta en su cuero cabelludo, y las protuberancias se elevarán lentamente en el lugar de crecimiento de la cornamenta. Esto ocurre al mismo tiempo que sus congéneres machos comienzan a crecer sus pares.

Al poco tiempo puede desaparecer y reaparecer en su vejez. En esta ocasión influirán un puñado de razones y aspectos que expondremos en un apartado posterior del artículo. Pueden reaparecer o no dependiendo de los niveles hormonales, de la composición genética e incluso de enfermedades.

La noción de que la evolución haya hecho mella en esta especie es también una posibilidad sobre cuya causa los biólogos han expuesto argumentos de peso.

¿Por qué le crece la cornamenta a las hembras de alce?

Desequilibrio hormonal

Al igual que en los humanos, existe la posibilidad de que una vaca puede tener más hormonas masculinas en su formación que femeninas. Esto ocurre sobre todo durante el nacimiento y dura toda la vida del animal, afectando tanto a sus patrones de comportamiento como a su constitución corporal. Esto significa que la hembra mostrará más atributos masculinos durante su vida en libertad que sus homólogas femeninas.

¿Se observarán estas características desde una edad temprana, sobre todo porque ambos sexos no están separados mientras crecen? El macho y la hembra viven en el mismo entorno y comparten la mayoría de sus necesidades esenciales. Observará que la hembra prefiere la compañía de otros toros jóvenes en lugar de estar cerca de su madre. El tamaño de su cuerpo y sus hábitos alimentarios demuestran claramente que su compañía es la más adecuada para competidores dignos.

Las vacas son menos agresivas que los toros; sin embargo, este individuo preferirá los conflictos físicos y ganará la mayoría de sus peleas'. Las pequeñas astas sirven de adaptación para escarbar y actúan como armas sobre sus oponentes hembras y los depredadores que amenazan su vida. Las minicuernas pueden desaparecer durante su edad media, pero reaparecen en épocas posteriores.

Medio ambiente

A su corta edad, ambos sexos se mezclan libremente, lo que explica por qué las hembras de alce tienen cuernos. Esta formación social significará que estarán la mayor parte del tiempo en compañía unos de otros, de ahí que se roben características y comportamientos. Una alce hembra criada entre machos reaccionará agresivamente ante cualquier situación desconocida, a diferencia de otras vacas.

Los jóvenes, que son los más juguetones, lucharán por satisfacer sus necesidades y participarán en pequeñas competiciones para encontrar al mejor. Una hembra en compañía de esta manada se encontrará participando en tales actividades, por lo que desarrollará pronto las mismas características. Este proceso se denomina mimetismo y es evidente en numerosas especies salvajes.

En esta fase, la hembra desarrolla características de adaptación para ayudar y facilitar su proceso de crecimiento. Entre características como un cuerpo macizo y una estructura ósea sana se encuentra el crecimiento de la cornamenta. Al tener estas pequeñas protuberancias en forma de astas en la cabeza, puede excavar más terreno con menos energía que antes. Además, durante las reyertas y peleas amistosas con sus congéneres, tendrá más posibilidades de ganar.

Evolución

De un puñado de biólogos e investigadores dedicados a los alces surgió la idea de que las hembras de alce evolucionan lentamente. Afirman que, al igual que los humanos pasaron del Australopithecus al Homo Sapien Sapien, a las vacas les crecerá la cornamenta. Según Darwin, el cambio siempre está ahí, y cualquier organismo vivo debe evolucionar para garantizar su existencia.

Al desarrollar cuernos, los alces pueden realizar actividades que antes no podían, lo que aumenta su productividad. En el combate, la cornamenta es una ventaja, y aunque es de pequeña estatura, resulta dañina. Dado que la mayoría de las hembras ya son equivalentes a los toros en cuestiones de peso y complexión, la adaptación final sigue siendo una cornamenta completamente desarrollada.

Por ahora, puede haber pocos casos de cazadores que observen vacas con cuernos, pero al cabo de unos cientos de años, el número habrá aumentado.

Conclusión

Si alguna vez ha tenido la oportunidad de observar una vaca con cuernos, cuéntese entre los pocos afortunados del mundo. Es raro observar animales así, y sólo unos ojos agudos pueden distinguir tal característica en esta especie. Aunque las hembras son más amistosas que los machos, es seguro que se enfrentarán a un cambio en su enfoque. Con el tiempo, que las vacas de alce tengan cuernos será algo cotidiano.

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